viernes, 22 de abril de 2011

La entrevista: parte fundamental

La entrevista


La entrevista es un escenario en el que se ponen en juego los respectivos modelos de relación. También intervienen los aspectos propios de las relaciones humanas interpersonales como es la comunicación, la empatía, etc.

Hay que pensar que la entrevista es una situación particular y poco cotidiana para las familias.

Función


Sirve para establecer una relación entre las dos partes implicadas en la educación del alumnos y favorecer así una evolución escolar adecuada.  Es un espacio para compartir ideas, inquietudes, opiniones. Intercambiamos conocimientos para intentar conocer mejor al alumno y su contexto familiar. Estos intercambios nos permiten entender al hijo, al alumno de forma más integral y en particular en aquellos aspectos que incidan en el proceso de aprendizaje y adaptación socio-emocional.

Algunos aspectos a tener en cuenta


Preocupaciones de los padres Los padres pueden estar o sentirse inquietos. Pueden temer ser culpados sobre algo que les pasa a sus hijos. Los padres tienen necesidad de dar una buena imagen como educadores y sentir que son competentes en su papel de padre o madre. También desean tener una visión positiva de sus hijos.

Escuchar y dialogar Escuchar y esperar sin prisas a que las cosas sucedan. No se trata de interrogar de manera poco edificante sino más bien promover las ganas de contar. El contenido de la entrevista no sólo ha de responder a los intereses del profesor sino a los de la familia.  El lenguaje debe ser profesional pero comprensible para la familia.

La imagen profesional La escucha activa y atenta se puede ver obstaculizada por la necesidad de dar una imagen profesional de eficiencia. En todo caso hay que ser consciente que es difícil aparentar lo que uno no es.

Transmitir confianza y seguridad Podemos transmitir confianza y seguridad cuando somos capaces de entender, comprender y  empatizar. Generamos desconfianza e inseguridad cuando juzgamos, criticamos o señalamos las carencias. Sucede lo mismo cuando no señalamos ningún aspecto positivo del alumno o la familia.
La confianza se manifiesta cuando los padres pueden expresar lo que piensan y sienten de manera franca y libre. Si los entrevistados ven que no hay prisa y que no reciben preguntas directas se sienten más confiados.

Habría que evitar


1)  Las interrupciones porque cortan el desarrollo de la entrevista y porque dan a entender que hay cosas más importantes que el hijo o la hija, lo cual frustra a los padres.

2)  Pedir que hagan algo cuando no disponen de recursos materiales o personales para llevarlo a cabo, o no coincide con sus convicciones personales.  Por ejemplo, “tendría que leer en presencia de su hijo” si la madre no lee, o “tendría que ponerle un profesor particular” si no dispone de los medios económicos.

3) Terminar la entrevista sin concretar lo hablado o repasar los compromisos o decisiones tomadas. Esto sirve para dejar claro lo que se espera de los padres y lo que ellos pueden esperar de nosotros.

4) Informar sólo de las cosas negativas del alumno.